La percepción

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Esa noche ella empezó a sentir que era hora de buscar el porqué de la situación, tenía que asimilar toda la información para no desestabilizarse.

Podía escuchar a las personas entre los muros de su casa como si estuvieran a su lado, podía sentir el dolor de las patologías de la gente, quitaba las sensaciones negativas de la gente con tan solo mirarlas.

El código le había dicho que tapara sus ojos, y así lo hizo. Pero esa noche con el dolor de otras personas en su vientre, descubrió que en la oscuridad, veía más, veía como la matrix se convertía en diferentes imágenes.

Se puso las gafas de sol, y seguía viendo las mismas imágenes. Cerró los ojos y tocó un objeto y empezó a ver imágenes muy deprisa.

Quiso hacer una comprobación, y se dirigió donde estaban todos sus libros. Le pidió a su compañero que cogiera uno y que no le dijera cuál era.

Ella se tapó los ojos, y colocó las palmas de las manos en la portada. Ella empezó a leer a través de sus manos….

Sin sus ojos veía más, sin sus ojos sentía más… entonces… ¿Hasta qué punto iba a llegar?

Se sentó a comer una naranja, su cuerpo le pedía naranja. Y cuando sacó un gajo, sacó un trozo de albedo que tenía una forma que ella interpretó como un árbol, un árbol con una historia.

«Ahora querida amiga» dijo una voz «Solo tienes que viajar por las ramificaciones de tu cerebro».

 

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