“¿Comemos juntas?” Me dijo ella. Yo sabia que algo quería contarme, nunca comía con nadie.
Mientras se tomaba su infusión previa a la comida, me empezó a contar sus teorías y experiencias cercanas, y en cierto modo, sé que me estaba avisando para que yo no viviera esa situación.
«Estoy organizando un grupo para padres que han sufrido la pérdida de hijos, y necesitan compartir sus emociones”.
Me quedé un poco parada porque no entendía lo que quería decir. Ella me dijo que estaba en un momento de ayudar a quien de verdad lo necesitaba.
Padres habían contactando con ella para transmitirle el vacío que sentían por la pérdida de un hijo. Pero eso no es todo, le habían comentado la cantidad de dinero que algunos «médiums» les pedían por decir “tu hij@ está bien” o «tienes que poner una vela». Esa situación a ella le removía por dentro y por eso mismo, había decidido emplear su mediumnidad para compartir experiencias con los padres, eso si, sin ánimo de lucro.
Por otro lado, me contó la experiencia con una persona que le había pedido ayuda, dándole ella trabajo. Esta persona al principio, mostró profesionalidad en el campo de las capacidades psíquicas, pero poco a poco, fue engañando a la gente, cogiendo datos, dando información falsa, para tener consultas con los clientes de ella y de más terapeutas.
Ella también se sintió engañada, y cuando vio que esa persona recomendaba trabajos relacionados a una religión, para supuestamente avanzar y limpiarse, y entregaba símbolos de poder por cantidades desorbitadas, ella le puso en su sitio y avisó a la gente que estaba siendo afectada.
Ella me lo contaba tranquila, sin resignación pero transmitiéndome como el ser humano es capaz de sacar información hasta del cubo de basura de una persona, para jugar con los sentimientos de personas que están viviendo situaciones delicadas y están muy vulnerables.
Cuando terminamos de comer, ella se tomó otra infusión, y dándome un beso en la mejilla, me dijo: «Debo irme a ayudar. Pero esta vez, no habrá médiums estafadores ni gurús a mi lado. Esta vez solo habrá amor». Espero verla pronto… Ahora entiendo, que poco a poco se está yendo de esta vida mundana.
Con todo mi amor…
Mercé